En literatura, la sustentación es una figura de tipo retórica que tiene como objetivo finalizar de manera casi tortuosa una historia, cuando se esperaba la continuidad de la misma por el drama o suspenso que se había generado.
Por otra parte, la sustentación es una figura que pertenece a las figuras del pensamiento por cuanto permite atrasar el desenlace o el ingrediente aclarador que el interlocutor ofrecerá a una situación por medio de algún truco. Que puede ir desde la realización alguna interrogación o al concluir una oración o durante su intervención.
El término proviene del latín sustentatĭo se compone de elementos como el verbo transitivo activo sustentar y a su vez del sufijo –ción que señala efecto, acción o hecho.
Ejemplos de sustentación
- (…) En Sevilla, donde vivo, reside Don Francisco Bruno, y te diré, Amalia, lo más escabroso que podrás escuchar de él. Este hombre tenía un mayordomo italiano… pero comamos primero, Amalia, si te parece bien (…)
- En ese momento observo que se acercaban y tocaban a la puerta. ¿Quién será a tan altas horas de la noche?, ¿Por qué toca de manera tan efusiva? El padre Antonio estaba de misión no podía ser él. La Sra. Renata, aunque anunciaba con antelación de sus visitas, se encontraba visitando a un enfermo. Al abrir la puerta descubro que era el cocinero.