La epítrope o permisión es una figura de tipo retórica que permite conceder a otro permiso para que nos ocasionen algún daño o maldad.
Por otra parte, es una figura del pensamiento cuyo fin es reorientar las controversias de manera que resulten desfavorables para el protagonista. Por consiguiente, sea blanco de señalamiento malicioso o daños, que por muy extraño que parezca, afianzan sus puntos de vista.
Generalmente la epítrope se acompaña con la epanortosis o la ironía. El término epítrope proviene del latín epitrŏpe y del griego ἐπιτροπή que significa concesión.
Ejemplos de epítrope
- Si no crees en mis palabras, cercéname las venas con ese filoso cuchillo que pretendes tomar entre tus manos.
- No temas a nada, puedes marcharte cuando gustes y si no lo deseas no me llames, ni te preocupes en preguntar por mí.
- Con todo lo que has visto, y con todo lo que has escuchado aun eres incrédulo, está bien lo acepto si estás tan seguro de que tus premisas son las verdaderas entonces toma todo lo que hemos construido y quémalo, deshazte de todo y no vuelvas a hablar de ello.
- El crepúsculo de la noche ha sido testigo de mis desvelos, pero si aún no es suficiente para ti mi desdicha entonces acaba por romper mi corazón, vete lejos de mi vista y llévate todos tus recuerdos contigo, déjame la pena de saberte pérdida.
- Muerte, solo eso veo a mi alrededor. Si todo lo que he hecho hasta ahora no es suficiente, entonces ve y toma aquella daga. Húndela en mi pecho hasta lo más profundo y se tú, el artífice de mi muerte.
- Ven y destiérrame de esta vida como si fuera un animal de caza. No tengas compasión ni piedad, así como nunca antes la has tenido. Solo ven y arrebata mi vida ahora, no esperes a que la angustia se apodere de mí.
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