Como figura retórica, el epíteto es una de las más empleadas en la escritura clásica, aunque en la actualidad también podemos encontrarle. Este recurso literario se utiliza para fijar o nombrar un sustantivo por lo general, seres humanos o deidades.
Por otra parte, forma parte del selecto grupo de las figuras del pensamiento siendo además una figura de acumulación, acentúa el sentido de lo que se expresa.
La palabra epíteto proviene del griego ἐπίθετον epítheton que es el neutro de θετος epítetos cuyo significado es agregado. En tal sentido, se refiere a un adjetivo calificativo que permite destacar los atributos de un determinado sustantivo. Como por ejemplo cuando expresamos las palabras “el calor del fuego”.
En síntesis, da a conocer características que cualquiera es capaz de diferenciar, a estos los denominamos adjetivos calificativos. Es decir, ajustándose a delinear uno en específico:
- Cuando decimos me gustan las flores.
O cuando lo define:
- Al decir me gustan las flores rojas.
En otro contexto, los epítetos subjetivos muestran la opinión del hablante que se desprende de su apreciación y el valor que le da por cuenta de su experiencia. Por lo que esta posición puede estar descrita en dos tipos esenciales.
En el caso de los apreciativos ocurren cuando se expresa por ejemplo un baile magnifico. Mientras que aquellos que se tornan peyorativos se manifiestan cuando se expone una fiesta horrible.
Los epítetos son fáciles de distinguir, ya que estos no permiten las comparaciones o fuerza en la expresión y están muy unidos al objeto con el que se relacionan.
La literatura y los epítetos
Basados en la literatura épica, denominamos epíteto a los sobrenombres que se relacionan con el nombre del sujeto u objeto, y que le custodian.
Ejemplos de epíteto en oraciones
- La maravillosa calidez del sol.
- El fuerte varón que con su estampa se impone.
- La blanca paloma era símbolo de paz.
- La húmeda lagrima que recorría su rostro.
- La roja sangre que broto de sus heridas.
- El azul del cielo se reflejaba en las esferas cristalinas de sus ojos.
- Caminemos juntos tomados de la mano por este verde prado.
- Aquella radiante luna iluminaba nuestras noches.
- El frío invierno acompañado por el olvido.
- Enjugó su rostro con saladas lágrimas.
- Las relucientes perlas que adornaban su sonrisa.
- Del duro roble provenía su fortaleza.
- Los blancos copos comienzan a decorar la ciudad.
- Ardientes labios que sacian mi sed.
- Los verdes bosques reposan a los pies de la montaña.
- El helado abroga que me dejaste como compañía.
- La eterna noche está a punto de amanecer.
- El amargo recuerdo de tu adiós.
- La suave caricia de nuestros cuerpos.
- Tu corazón como el profundo océano es.
- Como el sol ardiente es tu mirada.
- Esta soledad amarga es mi eterna compañera.
- El espectro aterrador apareció como un celaje.
- Mirada marchita que a través de los años se apagó.
- El dulce aroma del viento me hace recordar mi infancia.
- Solo un triste recuerdo quedó de aquel amor.
- El frío invierno se apodera de mí ser.
- Las dulces amapolas se abren paso en la primavera.
- Sobre verdes prados pasé horas imaginando un mundo lleno de amor.
- En la radiante noche quedó escondido un amor sin olvido.
- Hoy luce esplendida la hermosa primavera.
- El ágil atleta obtuvo la victoria que ansió.
- El alma negra de un cruel villano.
- Tu amor solo fue una ilusión herrada.
- Por el estrecho camino anduve por largos días y largas noches.
- Tu amor solo es el recuerdo de un amargo desengaño.
- Ni un moribundo alberga en su ser una esperanza perdida.
- Lágrimas saladas recorren las mejillas de aquellos inconsolables niños.
- Como blanca espuma se ve la bruma sobre la montaña.
- Tus ojos cafés roban mi aliento.
- Tus labios de rubí muero por besar.
- Tiene ásperas manos por tanto trabajar.
- En su alma hay un sinfín de oscuros secretos.
- Salieron los valientes guerreros al campo de batalla.
- El dolor como largas cadenas se encadena en mi alma.
- El cielo azulado es adornado por un arco de colores.
- Sus cabellos dorados la hace diferente a las demás.
- La tétrica muerte ha llegado a invadir mis sueños.
- Con su mirada angelical me enamora cada día.
- Este dolor punzante es cada vez más insoportable.
60 Ejemplos de epíteto objetivo
- Sol ardiente.
- Cálida mañana.
- Negro fúnebre.
- Abismo eterno.
- Soledad amarga.
- Amor impoluto.
- Mirada angelical.
- Libro grueso.
- Caluroso día.
- Mirada marchita.
- Espectro aterrador.
- Magnánimo líder.
- Gentil caballero.
- Dulce aroma.
- Amargo sabor.
- Amargo olvido.
- Triste recuerdo.
- Dolor punzante.
- Suave viento.
- Dulce mirada.
- Blanca espuma.
- Agua cristalina.
- Frío invierno.
- Dulces amapolas.
- Verdes prados.
- Triste invierno.
- Hermosa primavera.
- Radiante noche.
- Brillante luna.
- Alma negra.
- Ágil atleta.
- Estrecho camino.
- Dulce hiel.
- Amargo desengaño.
- Ojos cafés.
- Labios de rubí.
- Lágrimas saladas.
- Ilusión herrada.
- Esperanza perdida.
- Dulce néctar.
- Dulce miel.
- Espejo matutino.
- Fuerte roble.
- Ásperas manos.
- Largas cadenas.
- Valientes guerreros.
- Oscuros secretos.
- Almas corruptas.
- Cielo azulado.
- Nubes de algodón.
- Cabellos dorados.
- Rugosas manos.
- Pies cansados.
- Triste desierto.
- Pequeño duende.
- Rápida Gacela.
- Agua salada.
- Verdes montañas.
- Lánguida noche.
- Tétrica muerte.