La palabra cronografía deriva del latín tardío chronographĭa y el término griego chronographía. Es una técnica literaria retórica que consiste en narrar cronológicamente los sucesos ocurridos en un determinado lugar o situación.
Por medio de la cronografía, el lector será capaz de ubicarse en espacio y tiempo a través de la narrativa. Visualizando en su interior el periodo o momento en el que se desarrollan los acontecimientos dentro de la lectura.
Esta descripción temporal de los acontecimientos, sucesos o costumbres, permite un mejor entendimiento por parte del lector, puesto que los mismos estarán relacionados entre sí.
La cronografía en textos
“Por el mes era de marzo, cuando florece el araguaney, las golondrinas surcan los cielos y las paraulatas cantan su melodía, por allá en aquellos días se veían los enamorados”.
“Era una calurosa tarde de verano, cuando las mujeres del caserío de San Pedro salieron de sus casas al escuchar los gritos desesperados de aquel hombre que atacaban. En esas terribles horas del 16 de marzo de 1975, cambió para siempre la historia de este humilde caserío, que jamás sería el mismo”.
En ambos texto, podemos apreciar como se indica cronológicamente el espacio temporal en el que suceden los hechos antes de narrar los mismos.
Finalmente, cabe resaltar, que la cronografía puede darse en la cotidianidad dentro del acto de la comunicación entre dos o más personas, sin que los participantes tengan conciencia de que están haciendo uso de este recurso lingüístico.
Ejemplo de cronografía:
“La última vez que fui a la playa fue en el doce de diciembre del año 2019, cuando vinieron mis primos de Bogotá de visita, nos quedamos en Playa Grande, donde vive mi tío José. ¡Fue una semana increíble! pero desde entonces no he podido ir”.
Otros ejemplos de cronografía
I
Hace algunos años – al menos 10 o eso creo – durante el verano de julio el pueblo se había llenado de turistas. Parecía que nos habían encontrado en el mapa sin razón aparente. Recuerdo claramente que llegó una jovén junto a su familia, quería conocer las leyendas de la región y pasear en los alrededores. Yo, queriendo engalanar a la joven me ofrecí. Fue así, como un 20 de aquel mes, la llevé a conocer todos los secretos que se esconden detrás de los muros de la ciudad.
II
Era 1947 cuando una mañana la mujer más adinerada de la ciudad fue ataca por los habitantes. Ella era la esposa del jefe de la policía, pero eso no fue impedimento para el maltrato que sufrió. “Se lo merecen” – decían – “Debe pagar por el daño que ha causado”. Hasta ahora se desconoce la verdad detrás de la historia o que solo es un mito más que cuenta la gente.
III
Muchos años atrás, casi treinta podría decir. Para esa época, yo aún era un pequeño niño que no conocía nada de la vida. Ese año, 1930 para ser exacto, tuve que aprender a correr para subirme a los árboles en secreto. La guerra estaba en la ciudad, la muerte se encontraba en el horizonte y nada ni nadie podían detenerla.
