Los Reyes Católicos es la denominación que recibió el matrimonio conformado por Isabel I de Castilla, nacida el 22 de abril de 1451 en Madrigal de las Altas Torres y Fernando II de Aragón, nacido el 10 de marzo de 1452 en Sos, Aragón.
Matrimonio
Fernando era hijo de Juan II el Grande y de su segunda esposa Juana Enríquez, mientras que Isabel era hija de Juan II de Castilla con su segunda mujer, Isabel de Portugal.
Reyes Católicos. Edición por Escueladeletras.com. Original a través de Wikimedia Commons.
Tras la muerte de Alfonso de Castilla en 1468, Isabel fue conocida como heredera de Castilla, por lo que el padre de Fernando puso su empeño en conseguir el matrimonio con la princesa castellana.
Sin embargo, como eran primos segundos necesitaban una bula papal que sus partidarios solicitaron a Paulo II. Debido a que el Papa se negó a hacerlo, personas del entorno de Isabel, tuvieron que falsificar el documento.
Sin mayores percances, el día 19 de octubre de 1469, Isabel de 18 años y Fernando de 16 se unen en matrimonio. El sublime acto, tuvo lugar en el Palacio de los Vivero de Valladolid.
Guerra de Sucesión Castellana
El rey Enrique IV de Castilla muere en 1474, lo cual hace que se desate el conflicto bélico conocido como la Guerra de Sucesión Castellana que se inició en 1474 y terminó en 1479, donde la hija del fallecido rey, Juana la Beltraneja y la hermanastra del fallecido rey, Isabel, se disputaron la Corona de Castilla.
Los partidarios de Isabel, y de su sobrina Juana, se enfrentaron, lo cual ocasionó que el conflicto fuera de magnitud internacional, ya que Fernando era heredero de Aragón, y el esposo de Juana era el rey Alfonso V de Portugal.
Francia, por su parte, también intervino en el conflicto bélico al darle su apoyo a Portugal para evitar que Aragón se uniera a Castilla.
Esta contienda se finalizó con el famoso Tratado de Alcacovas. Este daba a conocer como los legítimos Reyes de Castilla a Isabel y Fernando. No obstante, esto ocurriría con la condición de que Portugal obtuviera la hegemonía en todo el Atlántico.
Ese mismo año, Fernando, también fue nombrado como Rey de la Corona de Aragón, sucediendo de esta manera a su padre.
La unión de ambas coronas
En 1475 se fija la unión de ambas coronas en un documento denominado la Concordia de Segovia. De acuerdo a los términos del documento, ambos acordaron que tendrían los mismos poderes en el futuro gobierno de sus reinos.
De esta manera, Fernando fue nombrado Fernando V rey de Castilla junto a su esposa la reina Isabel I de Castilla. Sin embargo, la reina Isabel no fue nombrada reina de Aragón, sino que fue nombrada reina consorte.
La unión de la Corona de Aragón con la Corona de Castilla dio lugar a la Monarquía Hispana, que pasaría a sus sucesores.
Fortalecimiento del poder monárquico
Después de su llegada al trono, los Reyes Católicos tuvieron el afán de extender su dominio a todos los reinos de la Península Ibérica, así como unificarla religiosamente en torno al catolicismo.
En 1478 por una bula papal, crearon la Inquisición en Castilla y la Santa Hermandad.
En 1480 se inició la Guerra de Granada, que duró hasta 1492, impulsada por los reyes con el propósito de conquistar el último territorio musulmán que quedaba en la Península Ibérica, el reino Nazarí de Granada.
Con la victoria de la Guerra de Granada, había finalizado el periodo de la Reconquista, lo que supuso para los Reyes Católicos un notable impulso en su reconocimiento y admiración a nivel internacional. Se decretó la expulsión de todos los judíos, así como de aquellos musulmanes que se negaran a convertirse al cristianismo.
Entre la política matrimonial de los Reyes Católicos estaba el casar a sus sucesores con hijos de monarcas europeos, principalmente buscando la alianza con Portugal para así completar la unificación peninsular.
En 1496, el Papa Alejandro VI les concedió a Isabel y Fernando el título de Reyes Católicos mediante una bula papal por sus esfuerzos de expansión del cristianismo en la región. Este título fue heredado y conservado por sus sucesores, hasta el rey Felipe VI de España, teóricamente.
Con respecto a la base económica del reinado de los Reyes Católicos, se basó en el los cultivos de labranza, la exportación de materia prima en Castilla y el ganado lanar.
En cuanto a la política exterior, la rivalidad con Francia para frenar su influencia en Italia marcó el reinado, lo que llevó a diversas campañas en Italia que le otorgaron a Aragón el control de Nápoles.
Descubrimiento de América
A pesar de las muchas críticas y reacciones adversas por parte de los científicos de la época, los Reyes creyeron en Cristóbal Colón. En 1492 se produjo el descubrimiento de América.
Luego de esto, comenzó el proceso de evangelización por medio de los monjes que fueron enviados a las nuevas tierras en los viajes siguientes de Colón.
Los Reyes Católicos impulsaron también la conquista de África, aunque restringieron sus acciones a la ocupación de algunos territorios litorales del Mediterráneo.
Todo esto hizo que la posición internacional de los Reyes Católicos se fortaleciera.
Muerte de Isabel
El 26 de noviembre de 1504 fallece Isabel por una grave enfermedad, hidropesía, y en su testamento estableció que su esposo Fernando gobernara Castilla en su nombre.
No obstante, Fernando proclama a Juana, su hija, como reina de Castilla. El 19 de octubre de 1505, Fernando se casó con Germana de Foix, sobrina del rey Luis XII de Francia.
Este matrimonio no fue bien visto por la nobleza castellana, lo que ocasionó que se formaran el grupo felipista y el aragonés. Fernando se retira a Aragón en 1506 por su mal entendimiento con su yerno Felipe, quien mediante concesiones y favores hizo declinarse a la nobleza en su apoyo por la consecución de la Corona de Castilla.
Felipe finalmente fue proclamado rey Felipe I de Castilla, pero muere ese mismo año y en vista de la incapacidad mental de Juana, Fernando regresa y deja al Cardenal Cisneros a cargo del Gobierno en Castilla.
Fernando se centró en cuestiones de Italia e intervino de forma activa en la guerra civil de Navarra, hasta que en 1512 realizó la conquista de Navarra.
Muerte de Fernando
Fernando murió el 23 de enero de 1516 en Madrilejo, Cáceres, en el trayecto hacia Asturias, por la misma enfermedad que aquejó a Isabel, hidropesía.
Los restos de los Reyes Católicos reposan en la Capilla Real de Granada, por decisión de ambos antes de morir.