María Estuardo nació El 8 de diciembre de 1542 en Linlithgow, hija del Rey Jacobo V y María de Guisa. En el condado de West Lothian, a 24 kilómetros al noroeste de Edimburgo, en un tiempo en el que Escocia era uno de los territorios más periféricos y, de cierta manera, atrasados de Europa, puesto que se encontraba dominada por las intrigas y las luchas entre los rivales de clanes familiares.
Añadido a eso, el país tenía como vecino a Inglaterra, un reino mucho más rico, siendo esta una potencia amenazadora que buscaba conquistar el reino del norte. Y contra la que libraba una constante lucha con el objetivo de poder garantizar su existencia como nación. El rey de Escocia, moribundo lejos de Linlithgow, exclamó “¡El diablo me lleve! ¡Comenzó con una mujer, terminará con una mujer!”.
María Estuardo. Edición por Escueladeletras.com. Original por François Clouet a través de Wikimedia Commons.
Matrimonios
María no conoció a su padre, ya que, al poco tiempo de haber nacido, su padre Jacobo V murió de cólera María fue proclamada reina con nueve días y coronada en Stirling con nueve meses.
No siendo suficientemente prematuro esto, como decisión de estado, es entregada en matrimonio desde los primeros meses de nacimiento con el heredero de la corona de Francia, Eduardo, hijo de Enrique VIII de Inglaterra.
Pero María de Guisa cambió el acuerdo cuando le exigieron que María debía estar bajo custodia de Enrique VIII hasta que se realizara el matrimonio. A consecuencia, El tratado de Greenwich se rompió por parte del Parlamento de Escocia.
De esta manera María de Guisa decidió cerrar el matrimonio con el Delfín de Francia y allí fue enviada su hija María Estuardo con seis años a vivir al que previsiblemente iba a ser su nuevo país. Madre e hija no volverían a verse.
Primer esposo
Su vida parecía como de cuento. Ya que allí fue educada en la corte renacentista más brillante de Europa, entre hermosos y pulcros castillos, rodeada de cultura y elegancia.
Su esposo Eduardo pronto obtuvo la corona, y con tan solo 18 años llegó a ser reina de Francia. El francés y el escocés se convirtieron para siempre en sus lenguas habituales.
Por desgracia, la vida de cuento se acaba, todo se vino abajo por la muerte del joven rey. Por lo que en 1560 quedó viuda. Su madre también murió ese año. Así, con apenas 18 años El 19 de agosto de 1561, María regresa a Escocia, ya que al quedar viuda de su primer matrimonio, seguía siendo la heredera al trono escocés, así que se hizo cargo del reino. Siempre dispuesta a ejercer el poder que le correspondía, pero carecía de la determinación necesaria para tomar decisiones importantes.
Sus fieles y sus detractores, la estaban esperando, En el puerto de Leith. Al volver la esperaba una situación completamente diferente, mucho más abstinente y peligrosa, pues tuvo que hacer frente a los rudos líderes de los clanes y a los exaltados líderes religiosos calvinistas Escocia estaba inmersa en los conflictos religiosos entre católicos y protestantes.
Eso sí, era una reina que cultivaba la poesía en francés y leía a autores clásicos y renacentistas, a pesar de ser casi una niña extranjera. Su destino parecía ya escrito, con mucha desdicha a decir verdad. En su país natal, y su reincorporación al reino María no podía rodearse de ayudantes de confianza, todos en la corte se movían por sus propios intereses, dejando a la reina indefensa y desamparada.
En la confusión, con tantas cosas en la cabeza y tantas responsabilidades, María ciertamente eligió muy mal su círculo de confianza, ya que en su mayoría estaba compuesto por extranjeros que llegaron con ella de su añorada Francia.
Un gran conflicto, con el que venía María Estuardo incluso antes de su nacimiento, era conseguir la corona de Inglaterra así conseguiría una victoria política, y también una victoria religiosa.
Segundo matrimonio
Enrique VII ofreció a María Estuardo el matrimonio con su hijo, María Tudor dudaba entre nombrar sucesora a María o a Isabel; e Isabel tuvo numerosos conflictos con su “prima y hermana”. María se enamoró ciegamente de su segundo esposo el noble inglés Lord Darnley, siendo este un hombre absolutamente y radicalmente ambicioso, no deseaba realmente ser el rey consorte, quería ser el único rey de Escocia, motivo por el que su joven esposa sobraba. Es aquí donde su nuevo matrimonio se convierte en su perdición.
A partir de entonces, Darnley se dedicó a conspirar para derrocar a María. Se inventaron amores ilícitos de la reina con su secretario David Riccio. María estaba tan ciegamente enamorada que no vio las nulas cualidades que su esposo tenía para reinar.
Tercer esposo
Aun teniendo su imagen tan dañada tras las maquinaciones de su esposo, ella fingiendo que le perdonaba todo, le dio al rey Darnley un heredero. María se fue directamente al Castillo de Edimburgo, donde por seguridad decidió dar a luz a su hijo.
Sin embargo, ella encontró el único apoyo que tenía a mano: el brutal Conde de Bothwell, el cual no dudó en matar al esposo de María, donde una noche, la casa en la que se encontraba enfermo Lord Darnley explotó por los aires. El rey consorte había muerto.
Pero la jugada no le salió del todo bien a Estuardo, ya que, se había librado de su ambicioso de esposo, y estando viuda de nuevo Bothwell la secuestra y la obliga a que se casara con él.
El conde, estaba adquiriendo mucho poder, por lo que ni sus mismos aliados dormían tranquilos, en ese momento los acusaron a ambos del asesinato del rey. El conde Bothwell fue expulsado de Escocia, María fue encarcelada y obligada a abdicar en su hijo, Jacobo VI.
Los hombres fieles que continuaban apoyando a la reina, consiguieron que huyera de la prisión en mayo de 1568 e intentara de nuevo llegar al poder el 13 de mayo de 1568, pero volvió a ser derrotada y tuvo que huir rumbo a Inglaterra, donde la reina Isabel, en el apogeo de su poder, la engañó de nuevo, una vez más, y la encerró en un castillo.
Muerte
Con solo 26 años de edad, María Estuardo no volvería a ser libre, ni volvería a Escocia. Finalmente el 15 de octubre de 1586, antes de cumplir los 45 años fue condenada a muerte por conspirar contra la vida de la reina de Inglaterra y contra la seguridad del reino, juzgada ilegalmente, en un país extranjero, y condenada al patíbulo por su propia prima, la reina Isabel. Su muerte fue absolutamente digna.
En febrero de 1587, ergia la cabeza parecía negarse a separarse del resto de su cuerpo. Todo un macabro record en la historia de las ejecuciones ya que están registrados más de 50 golpes de hacha hasta conseguir decapitarla.
Una vida tan azarosa y trágica como la de María Estuardo es algo que Muy pocas reinas han llegado a vivir, una soberana bella y cultivada, vilipendiada por muchos de sus contemporáneos, que en sólo 45 años de vida se vio envuelta en cambios políticos, sociales y religiosos que han definido la historia de Europa y del mundo. Y que desde su muerte ha despertado el interés de historiadores, literatos, cineastas y del público en general.