Nacido en Roma el 26 de Abril del año 121, bajo el nombre de Marco Annio Catilio Severo, apodado “el Sabio” o “el Filósofo”, fue emperador del Imperio Romano, perteneciente a una generación española de Roma, se caracterizó por ser muy querido por su pueblo y recordado como uno de los grandes expositores de la filosofía estoica.
¿Quién fue?
Tercero de los emperadores de origen hispano, fue el último de los llamados “Cinco Buenos Emperadores’’. Es considerado como una de las figuras más representativas de la dinastía Antonina, después de Nerva, Trajano, Adriano y Antonino Pío. Durante toda su vida se dedicó a escribir reflexiones y pensamientos que luego serían volcados y sistematizados en la obra pensamientos, que justamente relata sus ideas y demuestra esa inclinación estoica.
Marco Aurelio. Edición por Escueladeletras.com. Original por Bibi Saint-Pol a través de Wikimedia Commons.
De niño llamó la atención del emperador Adriano, quien quedó admirado por su ingenua franqueza y su inteligencia. Fue el último de los césares que rigió en la Paz Romana, época de bonanza y prosperidad para el Imperio.
Marco Aurelio ha pasado a la Historia, sobre todo, como el autor de las ‘’Meditaciones’’, una obra escrita en griego helenístico durante las campañas militares de la década del año 170. De joven recibió una excelente educación, aunque incompleta por no haber ejercido un mando militar. Gobernó tras la muerte de Antonino con el nombre de César Marco Aurelio Antonino Augusto.
Familia de Marco Aurelio
Su padre fue Marco Annio Vero. Al nacer Marco Aurelio, era el único heredero varón de este, quien trabajo como pretor dentro del senado romano y Domicia Lucila, su esposa y madre de Marco Aurelio, perteneció a una familia pudiente y de poderoso de rango.
Fruto de este matrimonio nació también su hermana menor, Annia Cornificia Faustina, la cual era dos años más joven que él. Tras el fallecimiento de su padre, su madre y su abuelo paterno Marco Annio Vero lo designaron heredero y fue adoptado por éste.
Cuando Marco Aurelio tenía 19 años murió su abuelo Marco Annio, en el año 138. Su tía abuela paterna era Vibia Sabina, mujer del emperador Adriano, al cual desde pequeño ya llamó su atención, pues estaba impresionado por la ingenua franqueza y notable inteligencia de Marco Aurelio. Así pues, lo envió a Antonino Pío para que adoptara al niño, hecho ocurrido en el año 138. Fue así como su destino sería convertirse en el nuevo emperador tras la muerte de Antonino.
Vida de Marco Aurelio
Durante su vida, realizó estudios de retórica griega y latina, acompañado por Herodes Ático y Marco Cornelio Frontón, éste último sería su mejor amigo y más adelante su guía espiritual. Se le nombró César en el año 139 y cónsul un año más tarde, hasta el 145, año en que también se une en matrimonio con la hija de Antonio Pío, Annia Galeria Faustina (también conocida como “Faustina la Joven o Faustina la Menor”).
Durante el mandato del emperador Antonino Pío, Roma vivió dos décadas de prosperidad, etapa que se vio interrumpida en el año 161 tras la muerte de Antonio, momento en el que Marco Aurelio fue designado nuevo gobernador del Imperio Romano. A pesar de a los incesantes ataques de los bárbaros y a las agitadas convulsiones populares, aunado a la presencia de epidemias, el nuevo emperador soportó con templanza las calamidades y enfrentamientos, mediante su serenidad y alto grado moral.
Su perfil pacifista y conciliador ayudó en que no aumentaran los problemas y en la búsqueda de soluciones. A pesar de ese pacifismo que lo caracterizaba tuvo que endeudar al estado para conformar un ejército competitivo de prisioneros, gladiadores, foráneos y prófugos, cuyo propósito era enfrentar a los bárbaros que no cesaban sus ataques. Fue así como logró detener a los germanos más allá del Danubio, derrotó a los partos y se apoderó de una porción de Mesopotamia en el año 161. Además logró someter a marcomanos, cuadros y sármatas en los años 172, 174 y 175 respectivamente.
Tras la instauración de la paz generalizada en el año 175 y la apropiación de una franja de seguridad en el norte del Danubio, permitió que los bárbaros se establecieran dentro de su Imperio como colonos y soldados, hecho trascendental dentro de la historia de los emperadores romanos. A pesar de esto, debido a un levantamiento en el norte de Italia tuvo que prescindir de esta política por un lapso de tiempo, siendo interrumpido el período pacífico del territorio con la aparición de los bárbaros en el año 177, por lo que Marco Aurelio inició una nueva cruzada, durante la cual se agravó la peste que ya desde hacía 11 años azotaba a la población.
Muerte de Marco Aurelio
Al tiempo que luchaba en las campañas de los años 170 y 180, Aurelio escribió sus “Meditaciones” como fuente para su guía y mejora personal. El emperador había sido sacerdote en los altares de sacrificio romano y era un convencido patriota.
Fallece en combate el 17 de marzo del año 180 en la ciudad de Vindobona (actual Viena). El hecho ocurrió en compañía de su hijo Cómodo, quien sería el nuevo emperador. Después de su muerte se consideró un dios y sus restos, convertidos en cenizas, fueron transportados a Roma. Estos estuvieron depositados en el Mausoleo de Adriano hasta el año 410, cuando los visigodos efectuaron el saqueo de la ciudad.
Gracias a la prosperidad que hubo en el Imperio Romano durante su mandato, en su honor fue construida una columna para enaltecer su figura de emperador y rememorar las triunfantes batallas que lideró. Su muerte estaba cargada de gran significado en la filosofía estoica, aunque no creía en la vida después de la muerte. En una de sus obras, Marco Aurelio escribe:
“Vivimos por un instante, sólo para caer en el completo olvido y el vacío infinito de tiempo de esta parte de nuestra existencia.” “Piensa en lo que han hecho, tras pasar una vida de implacable enemistad, sospecha, odio… ahora están muertos y reducidos a cenizas”.
