Es uno de los faraones más conocidos de todos los tiempos. Tutankamón nace en el año 1341 a.C. en el Antiguo Egipto, su reinado se caracterizó por restaurar los aspectos sociales y religiosos que su predecesor había destruido. Sin embargo, su mandato abrió paso a un periodo de inestabilidad para la nación. Su gran fama se debe al tardío descubrimiento de su tumba y a hechos mediáticos que lo marcan como un icono egipcio en la actualidad.
Origen de Tutankamón
El origen de Tutankamón fue incierto durante mucho tiempo, su linaje se vio afectado por la condena a la memoria, razón por la cual todo recuerdo o evidencia de su sucesión había sido eliminada y solo se tienen registros de su vida si no hasta su reinado. En el año 2010 se realizaron pruebas de ADN que sugieren que fue hijo de el mismo Akenatón con una mujer diferente de Nefertiri.
Tutankamón. Edición por Escueladeletras.com. Original por @D_Yarko a través de Twenty20.
Cuando nació le impusieron el nombre de Tutankatón para hacer honores al dios solar Atón, luego de la muerte de su presunto padre cambiaría su nombre ya que hacia honores a un dios que era considerado una deidad única por Akenatón quien fue acusado de hereje.
En su tumba se encontraron varios artículos pertenecientes a Amenotep III y se realizaron varias hipótesis sobre su posible paternidad, sin embargo, los intervalos de tiempo históricos no concuerdan, además de las pruebas de ADN realizadas en su cadáver.
Reinado de Tutankamón
Akenatón, su predecesor y presunto padre, había intentado eliminar cualquier deidad egipcia e implantado una religión monoteísta donde solo se reconocía al dios solar Atón. Esto traería como consecuencia conflictos con los sacerdotes de los antiguos cultos politeístas que terminarían al final de su mandato.
Una vez muerto Akenatón, el trono pasaría a manos del joven Tutankamón, quien solo contaba con 8 años de edad. En la época, si el faraón actual no contaba con la edad apropiada para liderar a la nación, su madre regía mientras llegaba a la edad estipulada. Sin embargo, no existía un familiar que pudiera reinar, por lo que el general Horemheb sería la persona encargada de encaminar al joven faraón.
Su reinado fue muy breve, ya que moriría a corta edad y nunca logró consolidar su poder, ya que gran parte de su mandato fue bajo supervisión de Horemheb.
Restauración de la religión y templos
Horemheb animó a Tutankamón a restaurar los antiguos cultos egipcios politeístas, lo cual aceptó y durante el cuarto año de su reinado, decidieron eliminar la nueva capital de Egipto, Ajetatón, que había sido implantada por Akenatón, para volver a la tradicional capital Tebas, con la finalidad de apoyar a todos los sacerdotes que habían sido agraviados y restaurar el antiguo panteón egipcio.
Estos hechos tuvieron una carga política bastante pesada ya que su predecesor tenía una gran disputa con el sumo sacerdote de Amón ya que su templo poseía una gran cantidad de riquezas que eran propiedad del entorno del faraón.
Durante su reinado no se dedicó a glorificarse, ni a construir grandes monumentos que pasaran a la posteridad, reconstruyó todos los templos que fueron dañados en el pasado por antiguos faraones, construyó un nuevo templo de Amón y ordenó pintar muchas obras que marcaran su tendencia política.
Muerte de Tutankamón
Tutankamón falleció a los 19 años de edad en el año 1327 a.C. con solo nueve años de reinado y fue el último heredero varón de la dinastía XVIII. Durante esa época existía una plaga de malaria en Egipto con una alta tasa de mortalidad y en su tumba se encontraron algunos medicamentos de la época para la fiebre. Además, un estudio realizado en su cadáver revelo que contaba con un sistema óseo muy debilitado, por lo cual se estima que su muerte fue causada por la malaria.
Su primer magistrado asumió el mandato tras su muerte, para finalmente terminar nombrando a Ay, el padre de Nefertiti, como el nuevo faraón.
Tumba de Tutankamón
Su tumba es pequeña en comparación a otras tumbas de faraones egipcios. Esto probablemente se deba a que su muerte fue muy repentina y la preparación de su mausoleo debió hacerse de manera precipitada para cumplir con los plazos establecidos para el entierro.
La tumba fue descubierta por un niño de 10 años, llamado Husein Abdel Rasul, que desempeñaba la tarea de aguador de los obreros que trabajaban en las búsquedas, el cual encontró el primer escalón de la tumba en el Valle de los Reyes de manera totalmente casual el 4 de noviembre de 1922, mientras un equipo de arqueólogos liderado por Howard Carter realizaba unos estudios.
La gran fama de Tutankamón no se debe a su reinado, ya que no tuvo nada particularmente especial en comparación a otros faraones, sino al hecho de que su tumba fue descubierta muy tarde y se encontrara prácticamente intacta. Se presume que la tumba fue violada por saqueadores al poco de ser sellada, pero la mayoría de su contenido estaba intacto. Esta tumba brindó al mundo un gran conocimiento sobre el Antiguo Egipto, desde aspectos tecnológicos hasta militares y artísticos.
Se encontraron muchos objetos particulares, había varios tipos de alimento como pan, cebada, diferentes tipos de carne, especias y miel. También había aproximadamente treinta jarras de vino.
Entre sus pertenencias también había un arsenal de armamento bastante variado, ya que contaba con 46 arcos de diferentes medidas, mazas, cuchillos, bumerangs y carros de ceremonia.
La maldición de Tutankamón
El descubrimiento de su tumba fue un gran logro para la arqueología y la Historia, pero además fue un gran escándalo mediático, ya que varias de las personas que participaron en la excavación murieron poco tiempo después en circunstancias repentinas. Se contabilizaron aproximadamente 23 muertes presuntamente a raíz de la apertura de su tumba.
Sin embargo, la muerte de estas personas tiene poca o nula conexión con Tutankamón y la ciencia atribuye varios de estos hechos a esporas de hongos tóxicos que se encontraban selladas en la tumba durante mucho tiempo y fueron aspiradas por varios de los arqueólogos.
Este hecho desató un gran impacto social que hizo famoso el nombre del faraón, además de realizarse una película (“La Momia”) inspirada en esta maldición.