La antipáfora también denominada prosopodis, subyección o sujeción, es un recurso que tiene como función realizar una interrogación sobre alguna situación y darle respuesta a través del mismo personaje que ha formulado dicha interrogante.
En este sentido, la antipáfora permite la participación indirecta del lector que siente que le hacen una pregunta. Pero realmente quien da respuesta a la misma es el mismo autor o personaje de la obra. Se emplea exclusivamente para dar mayor expresión a los diálogos.
Ejemplos de antipáfora
- ¿Quién puede darme la fuerza? Solo Dios conoce la respuesta.
- ¿Por qué estás tan molesto? Sé que se trata de la muerte del padre que aún no entiendes.
- ¿Quién será capaz de tal osadía? Acaso tu que eres el más perspicaz de todos los presentes.
- ¿Y quién es él? Ese que robó tu corazón y aun no lo devuelve.
- Me resulta difícil de creer todo cuanto he pasado, pero ¿quién puede ayudarme a salir de esta incertidumbre?
- Y la casa ¿Cuál es? Aquellas que se vislumbra de azul.
- ¿Por qué vas tan a prisa? Nadie ha de esperarte a tu llegada.
- ¿Dónde están los presentes que dijiste me traerías?
- ¿Quién menoscaba mi paz? Tu recuerdo.
- Me siento perdida sin ti, ¿no me abandonarás?
- Tengo algo que mostrarte ¿quieres ver lo que es?
- ¿Te veo mañana? O cuando quieras.