Ad misericordiam quiere decir apelación a la misericordia o a la piedad. Por lo que en la lengua castellana el término se asocia a actos de piedad. Como falacia, es un argumento utilizado para manipular sentimientos y sostener lo planteado como válido y verdadero.
En este sentido, puede darse la experiencia en la que el argumentante cree que solo su verdad es validad. De allí que podría calificarse de manipulador de su creencia para no dar a otros el beneficio de la duda.
Por todo esto, se ha llegado a considerar a ad misericordiam como una falacia lógica. Pues generalmente, es usada para evitar la imposición de castigos o consecuencias severas derivadas de actos impropios o fuera del proceder correcto.
En este orden de ideas, este tipo de falacia constituye todo lo contrario a lo que en términos de defensa se conoce como apelación. En síntesis, la validez del argumento se basa en la credibilidad de quien se apoya en él.
Ejemplo explicado de ad misericordiam
- Mario es un hombre depresivo que recurre a la lastima para que su esposa no lo abandone. Para ello le asegura que si lo hace se quitará la vida. Entonces la mujer desiste de abandonarlo y Mario consigue permanecer con su esposa.
Como puede inferirse en el ejemplo anterior, hay cierta manipulación de Mario para lograr que su esposa siga a su lado. Se infiere que quienes hacen estos señalamientos nunca llegan al suicidio. Desde esta perspectiva, están implícitas aquí la piedad y la manipulación.
La falacia Ad Misericordiam siempre conlleva a querer ganarse la simpatía del oponente, fingiendo merecer o ser digno de la misericordia que sutilmente exige.
Esquema lógico del ad misericordiam
Para Ad Misericordiam se toma en consideración el siguiente esquema:
- El individuo A asegura que merece la piedad del individuo B.
- Por lo que B debe ser compasivo, benevolente y otorgarle la misericordia solicitada.
Esto es muy común en la sociedad y a todos los niveles. Tal es el caso, del estudiante aplazado que llega al profesor con una serie de argumentos para que este no lo repruebe o ayude a solucionar su problema.
Por lo que mientras recurre a este argumento, también hace uso del ad nauseam para apoyar su versión en la repetición. Hasta el punto de hacerlo creíble.
Otro caso es el hombre que maltrata a la mujer y pide piedad al juez argumentando que ella lo merecía por no cumplirle sus caprichos.
Ejemplos de Falacia Ad Misericordiam
- Soy inocente de lo que me acusan. ¡dejen de hacerlo, que ya bastante tengo con no tenerlo conmigo!
- Señor juez no merezco que me juzgue, usted es hombre como yo y sabe lo mal que se portan las mujeres.
- Señor agente no me lleve preso, usted también roba si se le presenta la oportunidad.
- Profesor, no me repruebe, mis padres me castigarán.
- No trabajes más, los ricos están completos.
- Si no me compras un anillo de brillante no me casare contigo nunca.
- Si me gano la lotería vivirás como una reina.
- Cuando me case contigo te llevaré a vivir en un castillo.